Periodismo desde el centro del mundo

La sumaúma –conocida en castellano como ceiba– es el mayor árbol de la selva amazónica. Une el cielo y la tierra, como dice Juma Xipaia, la primera cacica del pueblo xipaya y consejera de la plataforma de periodismo SUMAÚMA. En un intercambio constante e intermitente entre vivientes no humanos de la selva, las raíces de la ceiba acumulan agua, produciendo un sonido que recorre grandes distancias, como recuerda la ribereña Maria Francineide Ferreira. Sus raíces sorben el agua del suelo y la lanzan al cielo, engrosando los ríos que vuelan sobre nuestras cabezas para llevar lluvia a otras regiones, dice otra ribereña del Medio Xingú, Raimunda Gomes, que mantiene una íntima relación con la ceiba multicentenaria que es su vecina. La paina ligera, blanca y sedosa que recubre las semillas de la ceiba la utilizaba la abuela de la activista socioambiental Eldinei Souza para rellenar las almohadas y los colchones donde la familia dormía para soñar.

Basta pronunciar la palabra sumaúma en la Amazonia para que cada uno cuente una historia. Por eso hemos elegido este nombre para esta plataforma de periodismo. Queremos contar historias que viven aquí, en la Amazonia, y contar historias que suceden en otras partes del planeta desde la perspectiva de la selva y sus diversos pueblos, y también desde la mejor ciencia del clima y de la Tierra. Y trabajaremos para que estas historias tengan mucho eco y lleguen lejos, y contribuyan a regar el debate público y a engrosar los ríos voladores de ideas que puedan convertirse en acción. Creemos en el poder de las historias contadas, en el poder del periodismo que merece este nombre porque se hace con ética, rigor e independencia.

Esto es lo que nosotros, fundadoras y fundador de la plataforma SUMAÚMA, hemos sido en nuestra trayectoria personal de cada una/un, y esto es lo que queremos ser juntes. Pero ¿quiénes somos? Periodistas con décadas de profesión que han entendido que, ante la emergencia climática y la sexta extinción masiva de especies, necesitaban crear algo diferente. Queremos hacer más de lo que ya hemos hecho, nos comprometemos a dedicar nuestras vidas a la gran lucha que les ha tocado a las generaciones actuales. Entendemos que tenemos que actuar con más fuerza en defensa de los niños y niñas que ya han nacido y de los que aún van a nacer, y SUMAÚMA es nuestra respuesta.

Como periodistas, nos posicionamos junto a los pueblos-selva que están en la primera línea de la guerra que se libra contra la naturaleza. Esta guerra, según Map Biomas, en 2021 asesinó a 18 árboles por segundo en la selva y, en estos momentos, casi sin duda está matando una cantidad todavía mayor. Esta guerra está obligando a las mariposas a desteñir sus colores y volverse marrones y grises, los tonos de la selva quemada, para mimetizarse y sobrevivir. Esta guerra, en lugar de tanques, utiliza tractores y motosierras; en lugar de aviones con bombas tradicionales, rocía veneno sobre la tierra, los ríos y los pueblos; en lugar de buques, utiliza dragas mineras y corroe la salud de los ríos con mercurio; en lugar de soldados tradicionales, utiliza sicarios y policías convertidos en milicianos por la usurpación del Estado. Esta guerra es hoy una masacre, dada la desproporción de las fuerzas, y esta masacre debe terminar.

Cuando afirmamos que haremos periodismo desde el centro del mundo, no estamos utilizando un truco retórico. Los niños y niñas ya nacidos solo podrán tener futuro si entendemos que el concepto hegemónico de centralidad está fuera de su debido lugar y tiene que reubicarse. Es justamente porque está fuera de su debido lugar que hemos llegado al aterrador sinsentido de que una minoría de humanos altere la morfología y el clima del planeta. Los centros de un planeta en colapso climático no son Washington o Pekín, ni los búnkeres del sistema financiero, sino los enclaves de vida de los que depende nuestra supervivencia, como los océanos, las selvas tropicales, los distintos biomas. Es lo que muestra la mejor ciencia y lo que muestran los chamanes. Y, como periodistas, estamos del lado de la verdad.

A la urgente reubicación de las centralidades le corresponde un cambio de valores y perspectivas. Otros valores y otras perspectivas deben ocupar el lugar central. Esta reubicación es fundamental para que podamos crear, en poco tiempo, una comunidad humana capaz de convivir con todas las demás especies sin destruir el planeta-casa. Es lo que llamamos la amazonización del mundo, un concepto tejido por muchas voces, un concepto que va mucho más allá de la Amazonia.

Con sede en Altamira, en la región del Medio Xingú, en el estado brasileño de Pará, SUMAÚMA tiene lado. SUMAÚMA se alía con quienes defienden los enclaves de la naturaleza, con quienes defienden los centros de vida. Altamira es, a la vez, el epicentro de la destrucción de la selva y el centro de resistencia a esta destrucción. SUMAÚMA está del lado de la vida. Como plataforma con sede en uno de los centros del mundo, SUMAÚMA es nuestra contribución al periodismo para responder con urgencia en tiempos de urgencia.

  Empezaremos como una semilla, con un boletín inicialmente quinzenal en tres idiomas (portugués, inglés y español). Si nos apoyas, echaremos nuestras raíces en la tierra y extenderemos nuestras ramas hasta convertirnos en un árbol, un periódico trilingüe en línea capaz de cubrir los principales temas de tantas Amazonias. Junto con el boletín escrito, tendremos un boletín de audio, dirigido por Elizangela Baré, una mujer indígena de São Gabriel da Cachoeira, considerada «la más indígena de las ciudades», en el estado de Amazonas. En formato de podcast, este boletín, creado para respetar la transmisión oral del conocimiento de los pueblos amazónicos y transmitido por WhatsApp, es una colaboración con la Red Wayuri de comunicadores indígenas y es producido por Vem de Audio. SUMAÚMA también buscará la colaboración de diversas agencias de periodismo independiente y colectivos de comunicadores de la selva, para ir tejiendo una red cada vez más amplia.

SUMAÚMA no es una plataforma sobre el medio ambiente ni de periodismo ambiental. Nuestra comprensión de los mundos no está compartimentada: entendemos que la crisis climática atraviesa todos los temas y que es así como debe tratarla el periodismo. Solo podemos cubrir la brutalidad de una minoría humana capaz de provocar una extinción masiva de especies y de poner a sus propios hijos en riesgo en un futuro hostil si entendemos que la guerra contra la naturaleza la conforman relaciones de poder determinadas por la raza, el género, la clase y también la especie. La crisis climática la causan las desigualdades, que a su vez aumentan, puesto que los más afectados son los indígenas y los negros, las mujeres y las numerosas especies en vías de extinción. SUMAÚMA defiende la democracia. Pero una democracia para todos los seres humanos —algo que nunca se ha conseguido en Brasil— y también para los seres no humanos. En el siglo XXI, no tiene sentido hablar de democracia sin extenderla a la naturaleza y a las generaciones futuras. SUMAÚMA es antirracista, pero también es antiespecista.

Hemos fundado SUMAÚMA, pero esta solo crecerá como el árbol que le da nombre junto a periodistas de la selva, en un proceso de coformación en el que enseñaremos lo mejor del periodismo que hemos aprendido y practicamos, algunes de nosotres desde hace más de 30 años. Y junto a jóvenes indígenas, ribereños, quilombolas, campesinos y de las periferias y tierras bajas de las ciudades amazónicas, que nos enseñarán cómo cuentan las historias. Al fin y al cabo, los pueblos indígenas llevan transmitiendo sus conocimientos y produciendo noticias desde hace al menos 13.000 años en la Amazonia. Así, el proceso de formación periodística que propone SUMAÚMA es también un proceso de desformación de sus fundadores. SUMAÚMA entiende que el principal campo de disputa en esta guerra es el del lenguaje y se alinea no con el «pueblo de las mercancías», como Davi Kopenawa denomina a los colonizadores y sus descendientes, sino con los pueblos que nunca han dejado de ser naturaleza. SUMAÚMA no llama «recurso» al río, a la montaña y al árbol, sino que se alinea con quienes los llaman padre, madre, abuelo.

El futuro que imaginamos para SUMAÚMA es una redacción compuesta progresivamente por periodistas de la selva. Nosotres, que fundamos la plataforma hoy, solo seremos puentes hacia este movimiento que empieza como un gesto en el presente, puentes con fecha de caducidad para que, en un futuro no muy lejano, podamos dejar nuestro sitio a personas formadas en el gesto de SUMAÚMAr. Trabajaremos para que los que se formen con nosotres y nos desformen sean también creadores de otros enclaves de periodismo, porque necesitamos que haya mucho más del que existe hoy para tener una mínima oportunidad en esta guerra en que el otro bando tiene mucho más poder y lleva, aceleradamente, la selva al punto sin retorno y nuestro presente ya corroído a un futuro hostil.

SUMAÚMA comienza como una semilla. Solo podrá convertirse en un árbol si crees que es importante que exista una plataforma periodística como esta en el planeta-casa que compartimos. Todo nuestro contenido en tres idiomas estará abierto, pero solo podremos existir si nos apoyas. No queremos lectores pasivos, queremos crear una comunidad con aquellos que ya han elegido de qué lado están en la gran guerra de nuestro tiempo, que se prolongará mucho más allá de las actuales generaciones de adultos. SUMAÚMA es una plataforma de periodismo independiente y solo puede crecer y seguir viva si crees que es importante tener una plataforma como esta en tu vida y en tu época y si esta comprensión se convierte en una donación regular.

Si nos apoyas, SUMAÚMA podrá formar una redacción capaz de cubrir las distintas Amazonias no solo de Brasil, sino de toda la Panamazonia, capaz de cubrir otros biomas que también se encuentran en un avanzado proceso de destrucción, capaz de cubrir los grandes debates globales desde otra perspectiva y otras centralidades. Si nos apoyas, SUMAÚMA podrá hacer más investigación, producir más debate, formar más periodistas. Tu donación será el agua y el sol que permitirán que SUMAÚMA se convierta en un árbol a partir de la semilla sembrada. Sin agua y sin sol, sin ti, SUMAÚMA morirá antes de florecer.

No elegimos vivir en guerra: esta guerra ya está aquí y solo hay que abrir la ventana —o a veces la llave del agua— para comprender que avanza muy rápidamente. Solo podemos elegir entre luchar o no luchar. Esta elección tiene consecuencias en el presente y en el futuro. Nosotres hemos elegido. Ahora te toca a ti.

SUMAÚMAte, amazonízate con nosotres.

Altamira, Medio Xingú, Amazonia, Centro del Mundo, 1 de septiembre de 2022.

Eliane Brum, Jonathan Watts

 Verónica Goyzueta, Talita Bedinelli, Carla Jiménez

 

 

© Derechos reservados. No reproduzca el contenido de esta página en ningún medio sin autorización expresa de SUMAÚMA