Ocho mil metros cúbicos por segundo. Este es el número central del debate sobre la catástrofe medioambiental y humanitaria que ha provocado Belo Monte en la Vuelta Grande del Xingú, como se denomina el tramo de 130 kilómetros de una de las regiones más biodiversas de la Amazonia. Ocho mil metros cúbicos por segundo es la cantidad máxima de agua del río que Norte Energia, concesionaria de la hidroeléctrica, destina para que funcionen todos los sistemas ecológicos y para que puedan vivir los 3 pueblos indígenas y las comunidades ribereñas tradicionales, durante solo un mes al año, para simular el pico de crecida natural del río, que en condiciones naturales alcanzaría casi 3 veces este volumen: 22.000 metros cúbicos. Ocho mil metros cúbicos es la cantidad de agua que condena a muerte a cientos de especies de peces, incapaces de reproducirse, y retira proteínas de la mesa de los habitantes de la Vuelta Grande. Ocho mil metros cúbicos por segundo es la cantidad de agua que podría matar el 70% de los bosques inundables de la región.
Pero ¿de dónde ha salido esa cifra, que ha colapsado la vida humana y no humana en la Vuelta Grande del Xingú y pone en riesgo de muerte todo un sistema ecológico?
Gilliarde Juruna, de la Tierra Indígena Paquiçamba, graba el seminario técnico «El Futuro de la Vuelta Grande del Río Xingú», organizado por el Ministerio Público Federal en la sede de la Fiscalía General de la República, en Brasilia. Foto: Matheus Alves/SUMAÚMA
Esta es la pregunta que algunos de los científicos más importantes de Brasil llevan años planteándole a Norte Energia sin recibir nunca una respuesta correcta. En el seminario técnico «El futuro de la Vuelta Grande del Xingú», celebrado el 14 de marzo en la Fiscalía General de la República, en Brasilia, el investigador Jansen Zuanon reveló el misterio. El científico, uno de los más reconocidos expertos en peces amazónicos, solo lo descubrió porque Norte Energia S.A. intentó «impugnar» el seminario. Jansen, investigador jubilado del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa), es miembro del Observatorio de la Vuelta Grande del Xingú, donde trabaja junto con indígenas y ribereños, respetando la ciencia de los mayores expertos en ríos y peces.
La semana anterior al seminario, la concesionaria de Belo Monte envió una solicitud oficial a la Fiscalía General de la República para que cancelara el evento. La empresa alegaba que el motivo era técnico y que le correspondía al Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), y no al Ministerio Público Federal, analizar la viabilidad de los hidrogramas (caudal de agua en un punto determinado durante un tiempo determinado) de la Vuelta Grande del Xingú. También se quejó de que la información presentada sería «unilateral».
El Ministerio Público Federal respondió que su papel es justamente supervisar los daños que causa la central. También invitó a Norte Energia a enviar a sus representantes. Oficialmente, nadie se presentó en representación de la concesionaria, pese a haber personas grabando el evento uniformados con camisetas de empresas tercerizadas.
Juma Xipaia, cacica de su pueblo, y Joênia Wapichana, presidenta de la Funai, hablan con el fiscal regional Ubiratan Cazetta sobre el futuro de la Vuelta Grande del Xingú durante el seminario realizado en Brasilia. Foto: Matheus Alves/SUMAÚMA
Uno de los argumentos usados por Norte Energia en su solicitud de «impugnación» llamó la atención de Jansen Zuanon. Norte Energia S.A. reveló por fin dónde estaba, dentro de las decenas de volúmenes del Estudio de Impacto Ambiental de Belo Monte, la supuesta base empírica de los 8.000 metros cúbicos por segundo:
«Siempre tuve esta duda», dijo Jansen durante el seminario. «Llevamos muchos años hablando de este hidrograma y de estos 8.000 metros cúbicos. Y siempre preguntándole a la empresa y al Ibama de dónde salía esa cifra, en qué se basaba. En varias ocasiones respondieron que habían hecho pruebas, pero nunca las mostraron. Desafiamos a Norte Energia a mostrar de dónde procedían esos datos, a decir cómo esta cifra sostenía el hidrograma desde el punto de vista socioecológico. Pero nunca nadie mostraba los datos. Solo decían que estaba en el Estudio de Impacto Ambiental. ¿Pero dónde? “No lo sabemos, hay muchos volúmenes”, era la respuesta. Realmente, hay muchos volúmenes, pero queríamos saber: ¿qué midieron, qué variables tuvieron en cuenta para demostrar que era sostenible desviar la mayor parte del agua? ¿Fue la cantidad de peces que desovan, la superficie de bosque inundable, cuál fue la variable? “Ah, no me acuerdo, no lo hice yo, no sé dónde está…”. Esas eran siempre las respuestas».
Y entonces, en la solicitud de impugnación, surgió: el volumen 31 del Estudio de Impacto Ambiental. Jansen corrió a verlo:
«Me releí el volumen 31 para buscar esa cifra de 8.000 metros cúbicos de agua. La única vez que aparece esta cifra es en un informe sobre ictioplancton, sobre larvas de peces. En 2008 se realizó un estudio durante 3 meses, febrero, marzo y abril. Por las condiciones de la época, cuando se hizo el estudio el caudal del río era de 8.000 metros cúbicos por segundo. Por alguna razón, la colecta de larvas fue mayor en febrero y, a medida que aumentaba la crecida, disminuía el número de larvas. Había 36 puntos de colecta en 5 tipos de ambientes diferentes y se recogieron 173 larvas de peces en febrero, 73 en marzo y 3 en abril: 249 larvas de peces en total».
El científico continúa, ante un público perplejo:
«La conclusión del estudio es que el caudal de 8.000 metros cúbicos era el momento con mayor densidad de larvas, por lo que este sería el momento más importante y este caudal debería ser suficientemente bueno para todas las especies de peces. Eso es lo que dice el informe. Y ya. De ahí salió la cifra de 8.000 metros cúbicos. Es el único estudio con datos empíricos que se ha realizado para decir que 8.000 serían suficientes. Se pueden leer el Estudio de Impacto Ambiental de cabo a rabo, no hay nada más. Y de los 11 escenarios presentados en el modelo del Estudio de Impacto Ambiental, 5 son inviables según los propios autores del estudio. Y entonces piensan: “si reservamos 14.000 metros cúbicos para las turbinas, ¿Cómo podemos sostener la diferencia de 8.000 que quedan para la Vuelta Grande?”. Es un castillo de naipes, pero de solo dos naipes: el aumento del caudal y la mayor cantidad de larvas en el mes de febrero de un solo año. No hay argumentos, ninguna lógica, ninguna base, ningún dato empírico, biológico, ecológico que demuestre que 8.000 metros cúbicos por segundo es el mejor caudal capaz de mantener en funcionamiento los sistemas ecológicos del Xingú. Me quedé atónito».
El científico Jansen Zuanon, especialista en peces amazónicos, compartió conocimientos y perplejidad en su intervención durante el seminario: «No hay ningún dato empírico, biológico, ecológico que demuestre que 8.000 metros cúbicos por segundo es el mejor caudal capaz de mantener en funcionamiento los sistemas ecológicos del Xingú. Me quedé de piedra». Foto: Matheus Alves/SUMAÚMA
En resumen: el número que se utiliza desde hace 4 años en la Vuelta Grande del Xingú y que está provocando una catástrofe ambiental y humana en una región de especies de peces endémicas (que solo existen allí) de la mayor selva tropical del planeta es una conclusión insostenible, fácilmente contestable, extrapolada a partir de un estudio precario y frágil, en un año atípico. Salió de 3 meses de colecta en un solo año y con un número muy bajo de larvas. Cualquier científico o incluso alguien sin estudios puede darse cuenta de que fue un uso malintencionado de datos insuficientes, solo para justificar la reserva de agua para las turbinas. Al aprobar estos estudios, el Ibama permitió que se produjera el desastre. Como dijo el pescador Raimundo da Cruz e Silva en el seminario: «Belo Monte era una catástrofe anunciada, ahora es una catástrofe vivida». Y en el volumen 31 del Estudio de Impacto Ambiental estaba la explicación.
La extinción de los «bosques de peces»
La presencia de representantes de la Casa Civil (Gabinete de la Presidencia), de los ministerios de los Pueblos Indígenas, Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología y de la Agencia Nacional de Aguas muestra que el tercer gobierno de Lula puede estar finalmente dispuesto a cumplir la ley en lo que respecta a la desastrosa hidroeléctrica en el Xingú. En la mesa estaban la presidenta de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai), Joênia Wapichana, y el presidente del Ibama, Rodrigo Agostinho. Juma Xipaia, cacica de su pueblo en el Medio Xingú, también afectado por Belo Monte, representó a la ministra de Medio Ambiente, Sonia Guajajara.
Las autoridades escucharon a los investigadores indígenas y ribereños que llevan 9 años monitoreando diariamente lo que ocurre con el caudal de la Vuelta Grande del Xingú, una investigación de alto nivel y, por tanto, fiable. Junto con científicos de varias universidades brasileñas, en una alianza entre la ciencia de la selva y la ciencia académica, han demostrado con total claridad que 8.000 metros cúbicos de agua por segundo son incompatibles con la vida. Mostraron a la audiencia las imágenes de los millones de huevecillos de peces que han muerto solo en febrero de este año, un desastre medioambiental que reveló SUMAÚMA y que reducirá aún más la cantidad de proteínas que las familias podrán poner en la mesa los próximos 3 años.
En su intervención en el seminario, Sara Rodrigues, pescadora de la comunidad de Baleia, calificó la distribución del agua que aplica Norte Energia de hidrograma de la muerte. «Para nosotros, desarrollo era el río fértil y lleno de vida, era lo que ya teníamos y que ahora hemos perdido». Foto: Matheus Alves/SUMAÚMA
La revelación de Jansen Zuanon fue la culminación de toda una tarde de relatos sobre la vida en catástrofe, impuesta a las poblaciones de la Vuelta Grande desde la construcción de la presa de Pimental (la principal de Belo Monte) en 2015. Sara Rodrigues, pescadora de la comunidad de Baleia, calificó la distribución del agua que aplica la empresa de «hidrograma de la muerte». «Sentimos en nuestra carne el desarrollo cruel, el desarrollo de la codicia. No es el desarrollo que nos conviene. Para nosotros, el desarrollo era el río fértil y lleno de vida, era lo que ya teníamos y que ahora hemos perdido. Todo el ecosistema está en peligro», dijo con voz empañada. Sara es una de las investigadoras que producen datos diarios sobre la situación de la Vuelta Grande. La investigadora Camila Ribas, del Inpa, confirmó sus conclusiones. Fue tajante al decir que los bosques inundables, llamados igapós en la región amazónica, no pueden sobrevivir sin inundaciones.
«El ciclo ecológico rige la Vuelta Grande del Xingú desde hace miles de años y toda la biota está adaptada a él, por lo que necesita el pulso de inundación del río. Leer en los estudios de seguimiento que Norte Energia presenta al Ibama que el desvío de aguas no causa impactos en la Vuelta Grande es como leer un chiste. Cuando dicen que no se están muriendo árboles, es sencillamente porque aún no ha dado tiempo», afirma. La científica aportó estudios de la región donde se encuentra la central de Balbina, que demuestran que entre 3 y 5 años después del fin de las inundaciones estacionales los bosques empiezan a desaparecer.
Se trata de impactos profundos y graves, con efectos en cadena en la Amazonia. Para los investigadores que presentaron sus datos en el seminario, los bosques inundables, definidos por el pescador y escritor Raimundo da Cruz e Silva como «bosques de peces», están condenados a desaparecer por completo en la región si no se producen ajustes en el hidrograma. Los investigadores ya han presentado al Ibama una propuesta de hidrograma demostradamente ecológico, que garantiza la supervivencia de al menos algunos de estos bosques. André Sawakuchi, de la Universidad de São Paulo, definió lo que ocurre hoy en el Xingú como una disputa por las aguas, y no un reparto. Para que sea realmente un reparto, dijo, habrá que cambiar los paradigmas y partir de los criterios técnicos informados al Ibama. Para que sea un reparto hay que respetar la vida y la reproducción de la vida.
«Mitigaciones risibles»
Al cuestionar la calidad de los estudios elaborados por Norte Energia, el científico Juarez Pezzuti, de la Universidad Federal de Pará, provocó risas en el auditorio. Cabe recordar que, sin la investigación independiente del Observatorio de la Vuelta Grande, estos estudios serían los únicos que se presentarían al Ibama. El investigador enumeró una serie de experimentos que la empresa lleva a cabo en la región de la Vuelta Grande a un elevado costo, en un intento de evitar la cuestión más importante, que es el reparto de las aguas. Son tan evidentemente ineficaces que los indígenas y ribereños no pudieron contener las carcajadas. Hay propuestas como poner balsas flotantes que imiten la vegetación natural para que los peces puedan alimentarse incluso en épocas que no sean de crecida. O contratar a gente para que vaya en barca tirando fruta al agua. O incluso lanzar alevines criados en granjas para repoblar de peces el Xingú.
O seminário técnico ‘O Futuro da Volta Grande do Rio Xingu’ foi organizado pelo Ministério Público Federal e pelo MPF do estado do Pará, na sede da Procuradoria Geral da República em Brasília. A Norte Energia, concessionária de Belo Monte, foi convidada a participar. Oficialmente, não apareceu ninguém da empresa. Foto: Matheus Alves/Sumaúma
«Existe una vasta literatura científica, más de 60 años de estudios sobre el pulso de inundación de los ríos amazónicos, sobre la dinámica de las inundaciones en los bosques aluviales, sobre el papel de los peces y los quelonios como jardineros [que dispersan las semillas] de los igapós. Pero Norte Energia no lo tiene en cuenta a la hora de tomar medidas de mitigación [reducción de daños]», afirma el investigador.
La antropóloga y profesora jubilada de la Universidad Federal Fluminense, Tânia Stolze Lima, definió el hidrograma de la Vuelta Grande del Xingú como el «mito de origen» de Belo Monte, que le permite a la hidroeléctrica promover una «devastación semántica» en los documentos oficiales, presentando datos y cifras sin base real y tomándolos como prueba de una realidad inexistente.
«Este robo del tiempo al río, la interrupción del pulso de inundación de la Vuelta Grande, es nada más y nada menos que la abolición radical de la historia milenaria de un régimen material y semiótico vigente en ese lugar y que no solo implica a las personas humanas, sino a las demás especies de personitudes que existen. Es la aniquilación de las prácticas de conocimiento, de las economías y de una filosofía social milenaria que incluye la consistencia y las condiciones de existencia de estos territorios. Aquí ha quedado claro que esto no ocurre sin una devastación de las relaciones interpersonales, sin sufrimiento psíquico y sin la experiencia de humillación y pérdida de dignidad», afirmó. Recordó la frase de Bel Yudjá (Juruna), líder de la Tierra Indígena Paquiçamba, en la Vuelta Grande del Xingú: «el río es nuestra dignidad».
¿Y ahora qué, Ibama?
Incluso antes de tomar la decisión sobre si renovar o no la licencia de funcionamiento, el Ibama puede presentar un dictamen sobre la cuestión urgente y específica del secuestro del agua del Xingú por parte de Belo Monte. El presidente del instituto, Rodrigo Agostinho, afirmó al término del seminario que el asunto es prioritario y se analizará «con detenimiento». La pescadora e investigadora Sara Rodrigues le preguntó directamente: «Hasta que no hagan estos análisis, ¿qué vamos a comer? Porque ya no tenemos peces».
La pregunta, que reverberó en el auditorio de la Fiscalía General de la República, la tendrá que responder no solo Agostinho, sino también otras autoridades del nuevo gobierno. La presidenta de la Funai, Joênia Wapichana, dijo que también realizará nuevos análisis de lo que ocurre en la Vuelta Grande y aseguró que la pesca y la seguridad alimentaria son cuestiones esenciales. También anunció que, antes del dictamen técnico sobre la renovación de la licencia de funcionamiento, se hará finalmente una consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas de la región, como recomendó la Defensoría Pública. «El compromiso del presidente Lula no es solo con Roraima», aseguró, refiriéndose a la acción de emergencia contra el genocidio en curso del pueblo Yanomami por culpa de la minería ilegal. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que había confirmado su presencia en el seminario, no pudo asistir porque fue hospitalizada un día antes por la sospecha de una infección viral, pero el ministerio que dirige envió a representantes y tendrá un papel fundamental en este debate.
Ronaldo Juruna, líder de la Tierra Indígena Paquiçamba, fue uno de los representantes de los pueblos indígenas afectados por la catástrofe en curso en la Vuelta Grande del Xingú: Yudjá Juruna, Arara y Xikrin, además de los grupos aislados. Todos quieren saber si el gobierno detendrá el ecocidio que causa Belo Monte. Foto: Matheus Alves/SUMAÚMA
Los próximos pasos que den las autoridades gubernamentales por el futuro del Xingú deberán tener en cuenta los conocimientos tradicionales e indígenas que siempre se han ignorado. Entre todas las preguntas que necesitan respuesta, destaca la que formuló el fiscal regional Felício Pontes Jr., uno de los coordinadores del seminario. Pontes Jr. citó la propuesta de enmienda del Estatuto de Roma para incluir el crimen de ecocidio, redactada así: «A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por ecocidio todo acto ilícito o arbitrario cometido a sabiendas de que existen grandes probabilidades de causar al medio ambiente daños graves que sean largos o duraderos».
La pregunta de los 3 pueblos indígenas afectados por la catástrofe en curso en la Vuelta Grande del Xingú, que se traduce en la angustia que sentían sus representantes al salir de Brasilia y volver a la tierra devastada donde nacieron y ya no saben si podrán vivir, es: ¿el gobierno que actuó rápidamente para detener el genocidio Yanomami interrumpirá el ecocidio en el Xingú? Mientras no llegue la respuesta urgente, seguirán monitoreando la muerte en el río que fue la vida de sus antepasados durante miles de años.
Comunicado de Norte Energia S.A.
En respuesta a las preguntas que le formuló SUMAÚMA, la concesionaria de Belo Monte envió el siguiente comunicado a través de su asesoría de prensa, FSB Comunicação:
«Norte Energia, concesionaria de la Central Hidroeléctrica de Belo Monte, mantiene un excelente diálogo con el Ministerio Público Federal, por lo que le sorprendió que no se la invitara a participar, con derecho a voz, en el seminario «El Futuro de la Vuelta Grande del Xingú», ya que está segura de que podría haber contribuido significativamente al debate y aclarado diversas cuestiones planteadas en el encuentro. Norte Energia valora la transparencia de sus acciones ante la sociedad y los órganos gubernamentales y elogia la relevancia del papel del Ministerio Público Federal como defensor del orden jurídico, del régimen democrático y de los intereses sociales e individuales inalienables. No obstante, los temas que se discutieron en el seminario constituyen el mérito de una acción civil pública interpuesta por la Fiscalía de la República en Altamira (PA) ante el Poder Judicial. Precisamente por ello, y porque respeta y ennoblece el papel de todas las instituciones públicas, Norte Energia entiende que los referidos temas deben tratarse en el marco de sus respectivos procesos, foro en el que es prerrogativa de las partes respetar el derecho de amplia defensa y el principio de contradicción, así como la imparcialidad del tribunal. En cuanto a los eventuales estudios sobre el hidrograma realizados de forma independiente, Norte Energia no ha tenido acceso a los datos, la metodología y el análisis detallado de dichos estudios. La empresa mantiene un diálogo permanente y hace un seguimiento técnico constante de todas las cuestiones relacionadas con el proyecto, especialmente con el Ibama, responsable de la distribución legal de competencias para analizar las cuestiones referentes a la concesión de la licencia medioambiental. Por último, Norte Energia reafirma su compromiso con la transparencia, el respeto a las personas y al medio ambiente y el desarrollo sostenible de la región donde está ubicada la central hidroeléctrica, al tiempo que destaca la importancia estratégica de Belo Monte para la seguridad energética del país.»
Verificación: Plínio Lopes
Revisión ortográfica (portugués): Elvira Gago
Traducción al español: Meritxell Almarza
Traducción al inglés: Mark Murray
Edición de fotografía: Marcelo Aguilar, Mariana Greif y Pablo Albarenga
El ribereño, pescador y escritor Raimundo da Cruz e Silva navega en su canoa por la Vuelta Grande del Xingú. En el seminario, dijo: «Belo Monte era una catástrofe anunciada, ahora es una catástrofe vivida». Foto: Soll Sousa/SUMAÚMA