A mediados de septiembre del año pasado, el pescador Francisco Valeriano Rodrigues, de 66 años, salió a pescar cerca de la región donde vive, en la Vuelta Grande del Xingú, en el estado de Pará. Reunió a un grupo de nueve personas, 30 litros de gasolina para la lancha a motor y 30 barras de hielo de 8 kilos para conservar el pescado. En ocho días recorrieron los lugares donde solían pescar. Esperaban volver con entre 700 y 800 kilos de pescado, pero solo obtuvieron 50.
En la región conocida como Costa Júnior, ubicada a 82 kilómetros río arriba de la Central Hidroeléctrica de Belo Monte, vivía el pescador Raimundo Braga Gomes, de 60 años, antes de que su isla fuera inundada para dar lugar al embalse de la represa. En esa época solía pescar entre 400 y 500 kilos de pescado a la semana. Últimamente solo alcanza a pescar 20 o 30 kilos.
Dos Pescadores con más de 40 años de río Xingu, dos lugares de pesca distintos, pero un cálculo de pérdidas del mismo orden de magnitud después del surgimiento de Belo Monte: si antes cada vez que salían a pescar les rendía cientos de kilos de pescado, hoy la escala se redujo a unas pocas decenas. Ahora la pesca apenas alcanza para alimentar a las familias.
Penuria: Francisco Valeriano Rodrigues solía pescar hasta 800 kilos de pescado con sus compañeros, pero ahora apenas pueden alimentar a sus familias
Por eso Pescadores y Ribereños se unieron para pedir un descanso para el río, una pausa para que los peces vuelvan a reproducirse, a crecer y a vivir en el Xingú sin que los pesquen. Y, mientras permanezcan alejados de sus actividades pesqueras, una garantía económica, durante al menos un año, para la supervivencia de sus familias.
Este fue uno de los temas discutidos en el Encuentro de Núcleos Guardianes de la Vuelta Grande del Xingú, entre el 12 y el 14 de enero, organizado por el Movimiento Xingú Vivo Para Siempre, un colectivo de activistas que se oponen a Belo Monte. Más de 200 participantes, de 23 comunidades de la región, se reunieron en la isla de Canari, al final de la Vuelta Grande del Xingú, cerca del lugar donde se encuentran las turbinas más grandes de la central hidroeléctrica.
Una de las propuestas que los líderes activistas le van a llevar al gobierno es que se les garantice el pago de un subsidio mensual a los Pescadores y a los Ribereños hasta que la cantidad de peces vuelva a un nivel seguro para la vida en la región. Actualmente solo los Pescadores artesanales que viven exclusivamente de la pesca reciben un seguro mínimo por cuatro meses, del 15 de noviembre al 15 de marzo. Se trata de un tipo de seguro de desempleo, equivalente a un sueldo mínimo mensual, que el gobierno federal les paga a los Pescadores durante el período de reproducción de los peces. Este seguro es válido en todo Brasil y no está vinculado a los impactos de Belo Monte.
En el encuentro en Vuelta Grande los participantes también denunciaron las situaciones de violencia e intimidación que sufren de los guardias privados de Norte Energia, concesionaria de Belo Monte. “La misma Norte Energia está usando guardias privados que disparan armas de fuego con tiros de advertencia contra los Pescadores en la desembocadura de la represa, una de las principales áreas donde todavía se encuentran peces. Estos guardias secuestran ilegalmente equipos de pesca y canoas de los Pescadores”, afirman los Pescadores y Ribereños en un documento de síntesis de las discusiones del encuentro. Norte Energia niega que sus guardias tengan armas o se apoderen de materiales y dice que hay una zona de seguridad alrededor de la hidroeléctrica, vigilada por drones, donde se restringe la pesca.
Según el movimiento Xingú Vivo, a principios de este mes van a entregar el documento síntesis al Departamento de Mediación y Conciliación de Conflictos Agrarios, vinculado al Ministerio de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar. Además, miembros del ministerio informaron a SUMAMÚMA que en abril se podría realizar una visita oficial del gobierno a las comunidades para formalizar las denuncias.
Unión: guardianes de la Vuelta Grande, Ribereños y Pescadores le van a llevar al gobierno la propuesta de que se los indemnice por al menos un año para poder darle un descanso al río
La forma de compensar a los Pescadores y a los Ribereños todavía es tema de discusión entre el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), organismo ambiental responsable de la concesión de licencias a la hidroeléctrica, y Norte Energia. La licencia de funcionamiento de Belo Monte venció el 25 de noviembre de 2021 e Ibama, que analiza el cumplimiento de las condiciones para tomar su decisión, todavía no la ha renovado.
El único representante del poder público que asistió a la reunión de los Guardianes de la Vuelta Grande fue Daniel Josef Lerner, coordinador general del Departamento de Mediación y Conciliación de Conflictos Agrarios del Ministerio de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar. Los participantes le incumbieron al funcionario que facilitara el diálogo con otros órganos del gobierno federal en Brasilia para que los Pescadores y los Ribereños puedan presentar sus demandas.
Nueve años de obstáculos en las aguas
La hija del pescador Francisco Valeriano, Sara Rodrigues Lima, de 40 años, fue una de las organizadoras del encuentro en la isla de Canari. Para ella y los demás líderes de Vuelta Grande, el merecido “descanso” para el río Xingú solo será posible si, además del pago de un seguro a los Pescadores, el órgano ambiental obliga a que Norte Energia libere agua a un nivel más parecido al caudal natural del río. La propuesta se opone al llamado “hidrograma de consenso”, régimen de caudal operado por la planta y que llega a desviar hasta el 70% de las aguas de la Vuelta Grande para alimentar las turbinas de Belo Monte.
“El río Xingú necesita que la hidroeléctrica libere el agua y lo mantenga así para que llegue al menos a las piracemas bajas [áreas de reproducción de los peces], porque con esta oscilación del agua los peces no podrán desovar o los huevos quedarán en las partes secas”, explica la pescadora. Este mes de febrero, por el segundo año seguido, investigadores del MATI-VGX (Monitoreo Ambiental Territorial Independiente de la Vuelta Grande del Xingú), encontraron miles de huevos de peces curimatas muertos en una área de la Vuelta Grande conocida como piracema de Odilo. El lugar, que antes se inundaba con las crecidas naturales del río, lo que permitía que el área funcionara como un criadero de peces, volvió a secarse este año.
Un cementerio: sin agua suficiente, los huevos de los peces se mueren en la parte seca, como muestra la imagen de febrero de este año tomada por el investigador del monitoreo independiente Josiel Juruna (Mati)
En un informe de inspección que se realizó en la región entre el 27 de noviembre y el 1 de diciembre de 2023, técnicos del organismo ambiental admitieron la necesidad de cambiar el hidrograma que se adopta para la zona y dijeron que “es perceptible el impacto en el modo de vida local”.
La licencia de funcionamiento de la central hidroeléctrica, otorgada en 2015, obliga a que la empresa brinde asistencia técnica a los Pescadores de toda la región afectada y a que monitoree la actividad. Pero los peces están escaseando.
Un informe técnico elaborado por el investigador Antonio Ostrensky Neto, de la Universidad Federal de Paraná, mostró que el desembarque de pescado en los puertos se redujo en un 62,6%: en 2012, antes del inicio de las obras de la hidroeléctrica, los Pescadores llevaron cerca de 800.000 kilos. En 2022 fueron menos de 300.000. Este estudio se adjuntó al Sistema Electrónico de Informaciones del Instituto Brasileño del Medio Ambiente.
Respeto a la naturaleza: la pescadora Sara Rodrigues afirma que Belo Monte tiene que ‘soltar el agua’ para que se produzcan las piracemas [áreas de reproducción de los peces]
Pescadores sin reparación
Debido a un retraso de dos años y dos meses en la implementación de los proyectos de mitigación, el organismo ambiental recomendó a Norte Energia que pagara un “subsidio de reparación” a los Pescadores. La empresa propuso pagar cerca de 4.000 dólares a 1.976 Pescadores registrados entre 2017 y 2019. El problema es que hay otros 6.015 que están esperando, cuyos casos la empresa mantiene “en análisis”, que deben comprobar que ejercían la pesca antes de 2016 (fecha cuando se llenó el embalse) para tener derecho al recurso.
Norte Energia le contestó a SUMAÚMA que trabaja con un registro de Pescadores validado por el organismo licenciante y que pagó subsidios de reparación a más de 1.400 Pescadores que forman parte de ese registro. En nota, la concesionaria dice que los Pescadores que no hayan cobrado el beneficio y formen parte del registro, podrán contactar a la empresa para que se les regularice el pago. Norte Energia confirma que está en curso un “proceso de revisión” del registro, con “estudios de caso”, para incluir a los Pescadores que actuaban en el área de influencia de Belo Monte.
Para tener derecho al dinero, los Pescadores tienen que presentar una serie de documentos a Norte Energia, comprobar que viven en la llamada “área de influencia directa” de Belo Monte, hacer una “autodeclaración” firmada por tres testigos que ya tengan su registro de pescador profesional activo, además de contestar un cuestionario sobre “aspectos culturales” de la pesca en la zona.
Norte Energia estableció criterios específicos por categoría de pescador para pagar la reparación: comercial (artesanal y ornamental) y de subsistencia. Los comerciales tienen que tener una licencia de pesca activa de un período anterior a 2016. Por otro lado, para los Pescadores de subsistencia, la condición es que hayan sido identificados por la misma empresa en los programas de monitoreo y por las Secretarías de Asistencia Social de los municipios, siempre antes de 2016.
“Es extremadamente doloroso para la víctima tener que demostrar que sufrió la violación y, para que se le garantice su derecho, que tenga que pasar por una situación tan bochornosa”, afirma Iury Paulino, miembro de la coordinación del Movimiento de Afectados por Represas en Pará. El movimiento propone un modelo de reconocimiento comunitario, en el que las mismas comunidades señalarían quién era pescador en la región, ya que todos suelen conocerse. El Movimiento planteó el tema al organismo ambiental el año pasado, pero hasta el momento no ha habido respuesta.
En el olvido: habitantes de Vuelta Grande, que sufren desde hace años los impactos nefastos con la construcción de Belo Monte, se sienten abandonados por el Estado
La pareja de Pescadores Joicemara Barros dos Santos y Jean Moreira dos Santos se trasladaron a la región de la isla de Fumaça, en la Vuelta Grande, en 2017, por lo que, por más que hayan sufrido los impactos de Belo Monte, no aprueban en los “criterios de elegibilidad” para cobrar los fondos de reparación. Vinieron de Goianésia, también en el estado de Pará. La familia vio cómo la situación empeoraba a lo largo de los años. “Hace ocho años, en un día y medio, dos días, sacabas unos 100 kilos de peces. Hoy vas con el hielo y un montón de cosas, pasas tres días y no sacas ni siquiera 30 kilos. Solo alcanza para comer”.
‘Los peces pequeños engañan a la gente’
La dificultad para acceder al río y la falta de respeto con las piracemas hace que Jean pronostique que “en dos, tres años no habrá más peces”. El problema se agrava con una de las medidas compensatorias adoptadas por Norte Energia, la distribución de redes de pesca artesanal.
Jean lo explica: “Para algunas comunidades [Norte Energia] distribuyó un entramado número 6 con hilo de 0,25, con la que se capturan curimatas, corvinas blancas, para que la gente se ilusione con peces pequeños, así están eliminando los peces”. La numeración del entramado se refiere a la distancia entre los nudos opuestos de las redes en centímetros. Cuanto menor sea el valor, más estrecha será la trama de la red y esto significa que más peces pequeñitos quedarán atrapados. La otra medida, la de los hilos, se refiere a la espesura y a la resistencia de la red: si es demasiado fina, los peces más grandes pueden romperla.
Para Raimundo Braga Gomes, la pesca en el Xingú se está volviendo más depredadora. Dice que los Pescadores decidieron en una reunión la propuesta de limitar las redes a, como mínimo, un entramado 10. Sin embargo, hoy observa que hay Pescadores que están usando entramado 4 o 5. De esta manera capturan peces que no han tenido tiempo de crecer y reproducirse.
Muerte prematura: las redes de entramado más fino, distribuidas por Norte Energia, atrapan peces pequeños, lo que perjudica su reproducción
Otro problema, para Raimundo, es que el agua del Xingú está “muy turbia, como si fuera leche, no se ve nada”. Esta sensación de que el agua está contaminada y la pesca es más difícil se siente incluso por encima del nivel del embalse, en un área que llega hasta la desembocadura del río Iriri, región conocida como “remanso”.
“El agua está sucia, nadie está sacando pescado, ni siquiera para comer. En los puertos donde atracábamos ahora solo queda ese lodo viejo”, dice Raimunda Ladeira, que divide su vivienda entre la localidad ribereña llamada Boa Esperança, su lugar de pesca, y la ciudad de Altamira.
Raimundo dice con cierto orgullo que fue el primero en advertir sobre la necesidad de que el Xingú descanse. “Veo que el río Xingu lleva muchos años pidiendo socorro y con la llegada de Belo Monte su caso ya es de emergencia. Hay que suspender la pesca por al menos unos cinco años y, cuando se vuelva, hacerlo con toda la responsabilidad”.
Con la sabiduría de quien conoce el río desde hace más de cuatro décadas, Raimundo enseña que hay que darles tiempo a los peces para que se reproduzcan. Tal como están las cosas, “sin fiscalización y sin una pausa”, afirma, el río y todas las vidas que mantiene terminarán hundiéndose.
Fotos: Soll
Chequeo de informaciones: Plínio Lopes
Revisión ortográfica (portugués): Valquiria della Pozza
Traducción al español: Julieta Sueldo Boedo
Traducción al inglés: Sarah J. Johnson
Edición de fotografía: Lela Beltrão
Montaje de página y finalización: Érica Saboya
Editoras: Malu Delgado (responsable de reportaje y contenido), Viviane Zandonadi (flujo y estilo) y Talita Bedinelli (coordinación)
Dirección: Eliane Brum
En busca de paz: el movimiento organizado por Pescadores y Ribereños tiene la expectativa de que los pedidos de reparación y las denuncias contra la violencia sean escuchados