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RAONI, LA PRESIDENTA DE FUNAI, JOENIA WAPICHANA, Y LÍDERES DE SEIS BIOMAS SE REÚNEN EN LA ALDEA PIARAÇU, EN MATO GROSSO, EN LA AMAZONIA BRASILEÑA, Y EXIGEN MEDIDAS DE LOS TRES PODERES, ENTRE LAS CUALES ESTÁ LA DE LA DEMARCACIÓN DE LOS TERRITORIOS INDÍGENAS. FOTO: PABLO ALBARENGA/SUMAÚMA

Como mensaje directo al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien brilló por su ausencia en el evento convocado por el jefe Raoni Metuktire, representantes de 54 pueblos indígenas que viven en los seis biomas brasileños publicaron una carta este viernes (28/7). Provenientes de diferentes partes de la Amazonia, del Cerrado, la Caatinga, el Pantanal, la Mata Atlántica y la Pampa, alcanzaron la Aldea Piaraçu, en el estado amazónico de Mato Grosso. Y exigen respuestas del Estado sobre temas como la demarcación y la “desintrusión” (expulsión de invasores) de las tierras indígenas, la anulación de los contratos de créditos de carbono que involucran a los pueblos originarios y el rechazo a la tesis del marco temporal. Establecieron un plazo corto para una respuesta: el próximo 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

“El Cacique Raoni ya atendió su llamado. Y ustedes, ¿cuándo atenderán el nuestro?”, dice el párrafo final de la carta. Es una mención a Lula, quien invitó a Raoni a subir con él la rampa del Palacio del Planalto en la investidura de su tercer mandato, en enero. El cacique Mebêngôkre (pueblo también conocido como Kayapó) aceptó la invitación y fue a Brasilia a darle al petista su respaldo de líder indígena más importante de Brasil. La idea de que Raoni acompañara al presidente en la investidura fue de la presidenta de la Fundación de los Pueblos Indígena (Funai), Joenia Wapichana, según lo que ella manifestó en entrevista a SUMAÚMA.

Meses después, también en Brasilia, durante el Campamento Tierra Libre (ATL), el indígena de más de 90 años hizo un pedido: la presencia de Lula en el evento que bautizó “Llamado del Cacique Raoni Metuktire – Gran Encuentro de los Líderes Guardianes de la Madre Tierra». Según los asistentes directos de Raoni, Lula dio su palabra de que iría. Pero faltó, incluso la justificación podría ser una artrosis en la cadera.

La convocación realizada por Raoni podrá representar un hito debido al anuncio de quien lo va a reemplazar en el liderazgo de su pueblo – el presidente Lula fue invitado, pero no se debe presentar. Foto: Pablo Albarenga/SUMAÚMA

La ausencia de Lula irritó a Raoni y a la mayoría de los líderes de los distintos pueblos indígenas. El encuentro, que termina este viernes, puede estar marcado por el anuncio del gran líder político de los Kayapó de quién lo sucederá al frente de su pueblo. Esta es una de las razones por las que Raoni quería ver presente a Lula.

El jefe del poder ejecutivo de los «blancos», sin embargo, no es el único blanco del descontento de los líderes indígenas: El Supremo Tribunal Federal (STF) y el Congreso Nacional también fueron llamados a la acción en la carta. “Exigimos al Estado brasileño una posición concreta sobre el Recurso Extraordinario [a la Suprema Corte] popularmente llamado Marco Temporal”, escriben, justo al comienzo del documento. “Estamos muy preocupados por la situación territorial no solo de los pueblos indígenas que habitan la región amazónica, sino también de las demás regiones de Brasil y del mundo”.

El Marco Temporal se menciona varias veces en el documento. Líderes indígenas dicen estar «parcialmente de acuerdo» con el ministro Alexandre de Moraes, quien en su voto para retomar lo que los indígenas denominan el «juicio del siglo», en junio pasado, desestimó la tesis según la cual los indígenas solo pueden tener demarcadas las tierras que ya estuvieran ocupadas (o al menos oficialmente pleiteadas) el 5 de octubre de 1988, fecha de promulgación de la Constitución.

“Pero no estamos de acuerdo con el argumento de la indemnización por la tierra baldía [a los hacendados o invasores que ocupan tierras indígenas, el punto central del voto de Moraes]. No consideramos justo indemnizar a las personas y empresas que son responsables del asesinato de nuestros líderes y la masacre de nuestro pueblo que históricamente ha luchado por nuestro territorio. Somos nosotros quienes debemos ser indemnizados por los años de violencia vividos y por recibir una tierra devastada”, escriben.

La carta también pide que «se destruya toda forma de minería, se expulse a los invasores y se responsabilice a sus financiadores», y que «se anulen las actuales negociaciones existentes en el mercado de carbono» hasta que se aclare a los pueblos originarios sobre lo que es este mercado y de qué forma funciona y es, o será, regulado.

Lea el documento completo a continuación.

Indígenas de 54 pueblos atendieron el llamado de Raoni, con centenas de representantes, un número bastante superior al que se esperaba. Foto: Pablo Albarenga/SUMAÚMA

Manifiesto del Llamamiento del Cacique Raoni Metuktire
«Gran Encuentro de los Líderes Guardianes de la Madre Tierra»

Aldea Piaraçu, 26 de julio de 2023

Asunto: Posicionamiento en contra del «Marco Temporal» y a favor de la defensa de los derechos de los Pueblos Indígenas

Nosotros, líderes indígenas, representantes de 54 Pueblos Indígenas de los seis biomas brasileños, respondiendo al Llamamiento del Cacique Raoni Metuktire, en la aldea Piaraçu, en la Tierra Indígena Kapot-Jarina (Mato Grosso del Sur), entre el 24 y 28 de julio de 2023, exigimos del Estado brasileño una posición concreta sobre el Recurso Extraordinario 10.17365/SC, popularmente llamado en portugués marco temporal [hito temporal en castellano]. Estamos muy preocupados por la situación territorial no solo de los Pueblos Indígenas que habitan la región amazónica, sino también de las demás regiones de Brasil y del mundo.

El marco temporal tiene una interpretación que ignora nuestra realidad histórica y cultural, además de violar tratados internacionales de los que Brasil es signatario, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que garantiza la consulta libre, previa e informada y afirma la obligación del gobierno de reconocer y proteger los valores y prácticas tradicionales, culturales y espirituales de los Pueblos Indígenas. Al restringir la demarcación solo a las Tierras Indígenas que estaban establecidas el 5 de octubre de 1988, se ignora nuestra memoria e historia debido a las acciones de los colonizadores, terratenientes y proyectos económicos de desplazamiento forzoso, violencia, masacres y expulsiones vividos en nuestros territorios tradicionales, que resultaron en pérdidas irreparables para nuestras culturas y forma de vida.

Desde tiempos inmemoriales, los Pueblos Indígenas hemos sido guardianes de las selvas, los ríos, el aire y los animales de las tierras por las que caminaron nuestros ancestros. Estas tierras representan no solo nuestro hogar, sino también nuestra identidad cultural, nuestras tradiciones, la ciencia que siempre ha existido en concierto y equilibrio con la naturaleza. Es fundamental comprender que la propiedad de estas tierras no es solo un aspecto material, sino un elemento esencial de nuestra existencia.

La aplicación del marco temporal supondría la exclusión de miles de indígenas de nuestros territorios tradicionales, lo cual pondría en peligro nuestros medios de vida, nuestra forma de ser y nuestra autodeterminación como Pueblos Indígenas y violaría nuestros derechos ya garantizados. Además, sentaría precedentes para que intereses económicos invadieran y explotaran nuestras tierras, lo cual no solo nos afectaría a nosotros, sino que, según un estudio realizado por el IPAM [Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia], se destruirían 55 millones de hectáreas de áreas nativas y se emitirían 20.000 millones de toneladas de CO2.

Ante esta realidad, exigimos a los tres poderes de la República:

1. Que el Ministerio de Justicia cumpla su función de demarcar las Tierras Indígenas, dando prioridad a las Tierras Indígenas judicializadas y en riesgo, como por ejemplo los territorios de los Guaraní Kaiowá de Mato Grosso del Sur.

2. La expulsión inmediata de todos los intrusos de las Tierras Indígenas ya demarcadas y homologadas, no solamente las que están en la DPF 709 [demanda de incumplimiento de los preceptos constitucionales], como las Tierras Indígenas Urubu Branco, Rio dos Índios y muchas otras que están en la misma situación. Exigimos que los organismos competentes cumplan la legislación que garantiza su protección, monitoreo y control.

3. La protección permanente de nuestros derechos, contemplados en leyes y tratados internacionales, de todas las Tierras Indígenas, independientemente del gobierno que esté al frente del Estado.

4. Que respete y cumpla el derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada de acuerdo con los Protocolos Autónomos de los Pueblos Indígenas en todos los proyectos que afecten a sus territorios. Queremos que se nos consulte en todas las fases, desde la planificación, para evitar el acoso, el reclutamiento y la generación de conflictos de intereses entre las comunidades indígenas y que, como Belo Monte, [para evitar que no] se cumplan los condicionantes que afecten a los Pueblos Indígenas.

5. Que las explotaciones mineras en los alrededores y dentro de nuestros territorios respeten todos los derechos de los Pueblos Indígenas y no se autoricen antes de crear y aprobar el Plan Base Ambiental (PBA) del Componente Indígena. Exigimos que se embarguen los proyectos que hayan violado los procesos legales de concesión de licencias y que, en el caso de los PBA autorizados, las organizaciones indígenas sean las ejecutoras de estos recursos. Exigimos que se destruyan todas las formas de minería ilegal, que se expulse a los invasores y que se responsabilice a sus financiadores. Que se garantice a los Pueblos Indígenas afectados por la exposición al mercurio la realización de pruebas masivas, el acceso a tratamientos sanitarios y la seguridad alimentaria.

6. Que todos y cada uno de los arrendamientos o asociaciones agrícolas dentro de nuestras Tierras Indígenas sean condenados por ser inconstitucionales, estar fuera del modelo de sostenibilidad cultural y fortalecer la agroindustria que causa la destrucción de nuestros territorios, conflictos internos, expulsiones y muertes de nuestra gente. Exigimos que los arrendatarios, máximos responsables de la destrucción de nuestros territorios, sean castigados de acuerdo con todos los delitos cometidos.

7. Que se asegure a los Pueblos Indígenas el conocimiento y la comprensión de lo que es el mercado de carbono en el Estado brasileño y los impactos en nuestros territorios. Las actuales negociaciones sobre el mercado de carbono deben anularse, ya que no respetan la especificidad y los derechos de los Pueblos Indígenas ni la biodiversidad de sus territorios. Es necesario garantizar la participación de los Pueblos Indígenas de los seis biomas brasileños en la construcción de una legislación justa, que respete nuestros derechos originarios, constitucionales e internacionales.

8. Que fortalezcan y estructuren institucionalmente, garantizando que se amplíe el presupuesto: el Ministerio de los Pueblos Indígenas, la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai), el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama), el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), la Defensoría Pública Federal, el Ministerio Público Federal, la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai); y que creen la Secretaría Especial de Educación Escolar Indígena en el Ministerio de Educación.

9. Que realicen urgentemente concursos públicos para funcionarios de la Funai y Sesai, para reestructurar un equipo que realmente actúe a favor de los derechos de los Pueblos Indígenas, garantizando vacantes para indígenas.

10. Que deroguen las ordenanzas que afectan a nuestros derechos y que no contaron con la debida consulta, como la 60/2015.

11. Que se destinen a los Pueblos Indígenas las selvas públicas que no están destinadas, de acuerdo al uso y costumbres de cada pueblo.
Estamos de acuerdo en parte con el magistrado Alexandre de Moraes, que reconoce los derechos constitucionales indígenas sobre nuestros territorios, pero discrepamos con el argumento de indemnizar las tierras no usadas. No consideramos justo indemnizar a personas y empresas responsables del asesinato de nuestros líderes y de la masacre de nuestro pueblo que históricamente ha luchado por nuestro territorio. Somos nosotros quienes debemos ser indemnizados por los años de violencia que hemos sufrido y por recibir una tierra devastada. Vale la pena destacar que los Pueblos Indígenas no nos oponemos al desarrollo de la nación brasileña. Al contrario, estamos dispuestos a contribuir con nuestras perspectivas, ciencia y conocimiento al desarrollo de Brasil, siempre y cuando se nos invite, consulte, escuche y respete, especialmente cuando el Estado pretenda implementar obras que afecten nuestras tierras y a nuestro modo de vida tradicional.

Exigimos que el Estado brasileño nos responda antes del 9 de agosto de 2023, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Nuestros ancestros llevan muchos años advirtiéndonos de que la salud de la tierra no es solo responsabilidad nuestra, es responsabilidad de todos; si el cielo se cae, la tierra arde y las aguas suben, todos moriremos, ninguna cantidad de dinero puede comprar otro planeta.

Los espíritus de la tierra se están enfureciendo. ¿Cuántos manifiestos, cartas y protestas harán falta para que sean humanos y adopten medidas para proteger el planeta y las generaciones futuras? No solo estamos hablando de la vida de nuestros pueblos, sino también de sus vidas y de sus herederos, ¿no les importa?

El cacique Raoni ya ha respondido a su llamamiento, ¿cuándo responderán ustedes al nuestro?


Traducción al español: Meritxell Almarza y Julieta Sueldo Boedo
Traducción al inglés: Diane Whitty
Edición de fotografía: Marcelo Aguilar, Mariana Greif y Pablo Albarenga
Montaje de página: Viviane Zandonadi

Joenia Wapichana (de negro, al centro), la presidenta de la Funai, afirma que fue idea suya que Raoni subiera la rampa del Palacio del Planalto al lado del presidente Lula en su investidura en enero. Foto: Pablo Albarenga/SUMAÚMA

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